El profesor aragonés, que estuvo nominado al ‘Nobel’ de los docentes, defiende el respeto y la creatividad en el aula.
César Bona (Ainzón, Zaragoza, 1972) está convencido de que hay otra forma de hacer las cosas en el aula. Maestro de pueblo, de los de siempre, aprendiz de sus propios alumnos y de algunos de sus colegas, con varios años de experiencia en Zaragoza y nominado al ‘Nobel’ de los profesores, Bona es el último fichaje del Departamento de Educación del Gobierno de Aragón para darle un vuelco a la metodología que se aplica en los colegios aragoneses.
Bona, que fue el único docente español entre los 50 finalistas al ‘Nobel’ a mejor profesor del mundo, ayudará al Ejecutivo a innovar la educación.
Con el convencimiento de que hay muchos ‘césares bonas’ en la Comunidad, y de que urge otra forma de plantear la enseñanza, Educación quiere impulsar un Consejo de la Innovación que pueda formar al profesorado reforzando las herramientas transversales.
El Departamento de Educación confirmó que, efectivamente, contarán con la figura de César Bona dentro del proyecto, aunque la idea será presentada con más detalle cuando esté más avanzada.
Este profesor defiende que la formación de los niños debe sustentarse en el respeto, y que hay que potenciar habilidades naturales en los alumnos, como la curiosidad, la sensibilidad, la creatividad o la inteligencia emocional, dentro de un concepto pedagógico en el que los contenidos no lo son todo.
También defiende el valor de la escucha y de la actitud del docente; e insiste en que tanto los libros como las nuevas tecnologías deben ser apoyos, pero no lo único en el proceso de enseñanza y aprendizaje.
Tras ser nominado al Global Teacher Prize, este profesor se ha apartado (temporalmente) de la docencia para poder participar en proyectos e iniciativas que impulsan un cambio metodológico (recientemente participó en Barcelona en un simposio sobre los nuevos retos de la educación). Además, esta misma semana ha presentado un libro: «La nueva educación, retos y desafíos de un maestro de hoy». Hasta ahora, Bona era maestro del colegio Puerta de Sancho de Zaragoza, aunque también ha trabajado en el Fernando el Católico, en Bureta, en Muel…
Centros de formación
Por otra parte, hace unos días se publicaron las instrucciones del Departamento de Educación sobre los centros de formación educativa (CIFE), que marcan líneas metodológicas, objetivos y criterios.
En este sentido, también se esperan cambios del actual equipo de Gobierno de Aragón. Los CIFE surgieron tras la supresión, en el curso 2012-2013, de los Centros de Profesores y Recursos (CPR), lo que hizo que se eliminasen muchos de ellos en el medio rural, cuya función era orientar y formar a los maestros de este ámbito (había 18 centros).
Con la reforma, la provincia de Huesca pasó a contar con solo dos CIFE (Huesca y Monzón); Teruel, con otros tantos (Teruel y Alcañiz), y Zaragoza se desgajó en dos zonas (Calatayud y Ejea). Si antes era el profesor quien decidía en qué debía formarse; después, el centro educativo pasó a establecer las pautas.
La DGA, en ese momento, argumentó que así mejoraba la formación, y defendió el cambio de ‘asignaturas’ por ‘competencias’ pero un sector del profesorado vio en la medida un paso más en la precarización de la enseñanza. Los maestros de los centros rurales aseguraron, por su parte, que los recursos desaparecidos les ayudaban a formarse en un sistema muy cambiante, por la inmigración y las necesidades especiales.
El Rincón De Aprender 